A medida que el clima se vuelve más frío y pasamos más tiempo en el interior, los virus se volverán más activos entre la población. Una alimentación saludable puede ayudarte a aumentar tu sistema inmune. Aquí tienes cinco de las mejores opciones para combatir los resfriados y la gripe con la alimentación.

Frutas cítricas

Las naranjas, las clementinas, los limones y las toronjas son excelentes fuentes de vitamina C, un antioxidante que ayuda a proteger las células inmunitarias del estrés oxidativo durante las primeras etapas de una respuesta inmunitaria. Las investigaciones han demostrado que una deficiencia de vitamina C puede provocar un deterioro de la inmunidad y una mayor susceptibilidad a las infecciones.

Pescado graso

Los pescados grasos, como el salmón rojo y la trucha arcoíris, suelen ser excelentes fuentes de vitamina D, un nutriente que desempeña un papel en las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas. Un estudio encontró que la suplementación con vitamina D resultó en una disminución del 42 % en la incidencia de infección por influenza, mientras que otro estudio reveló que las personas con niveles séricos más bajos de vitamina D tenían más probabilidades de autoinformar infecciones recientes del tracto respiratorio superior en comparación con las personas con suficiente vitamina D.

Nueces, semillas y aceites vegetales

Los frutos secos, las semillas y los aceites de origen vegetal (como el aceite de oliva virgen extra) tienen un alto contenido de vitamina E, un antioxidante que se ha demostrado que mejora la respuesta inmunitaria y confiere protección contra varias enfermedades infecciosas. Estos alimentos también tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar a fortalecer las células inmunitarias, aunque aún se necesita más investigación para respaldar completamente estas afirmaciones.

Patatas dulces

Las batatas (o también llamados boniatos) y otras frutas y verduras de color rojo o naranja, como por ejemplo las zanahorias, suelen tener un alto contenido de vitamina A, que desempeña un papel crucial en el mantenimiento del sistema inmunológico humano. Se ha demostrado que la suplementación con vitamina A tiene un efecto terapéutico en enfermedades transmitidas a través de las vías respiratorias, como la neumonía. Como referencia, un boniato contiene el 156% de tus requerimientos diarios de vitamina A.

Ostras

100 gramos de ostras crudas proporcionan el 291 % de tus necesidades diarias de zinc. El zinc ayuda al sistema inmunológico a funcionar correctamente y también tiene propiedades para curar heridas. Los estudios han demostrado que una deficiencia de zinc está asociada con una disfunción inmunológica severa.